El psicoanálisis es un modo de tratar el malestar dirigiéndose a la raíz del problema. Dos personas pueden tener lo que parece ser el mismo síntoma y sin embargo la causa puede ser completamente distinta y el modo de abordar el tratamiento también.
El psicoanálisis está indicado siempre que uno sufre de algo que le impide disfrutar de su vida. Cuando uno encuentra «una piedra en el zapato» de cuya molestia no puede escapar a fuerza de voluntad, algo que «es más fuerte que yo», vale la pena darse la oportunidad de saber con qué tiene que ver y encontrar la manera de sentirse mejor consigo mismo y con los otros. Esa «piedra en el zapato» puede acabar diciéndonos cosas de nosotros mismos que ignorábamos y cuyo conocimiento nos sea muy útil.
Un psicoanálisis no es una conversación ordinaria. El psicoanalista escucha entre líneas cuál es el deseo inconsciente que guía la vida del paciente y que lo conduce a veces a hacer cosas contra si mismo, como romper siempre las relaciones con quienes lo aman, hacer sufrir a quienes más le importan, perder ese empleo con el que había soñado etc…
Un tratamiento orientado por el psicoanálisis puede ser emprendido para resolver una cuestión puntual o como un recorrido más largo para situarse mejor en la vida