EL AISLAMIENTO ADOLESCENTE

No tienen ganas de salir, ir al instituto se hace cuesta arriba llegando a provocar a veces intensas angustias y ataques de pánico. Eligen quedarse solos en su habitación, pero no están solos. Los acompaña el gadget tecnológico, el ordenador, el móvil, el tóxico o cualquier objeto adictivo que se convierte en su compañero privilegiado. El aislamiento adolescente tiene una causa psicológica que es preciso atender y escuchar.

La epidemia de adolescentes que se aíslan

En Japón existe el término hikikomori para referirse al fenómeno social muy extendido de las personas, en su mayoría adolescentes, que escogen abandonar la vida social buscando grados extremos de aislamiento y confinamiento en una habitación de la casa donde viven, comen y duermen sin hablar con nadie. Se asocia a fobia social y depresión, incluso suicidio.

El término hikikomori se acuñó en Japón, quizá la sociedad que más lejos ha llevado el estilo hipercapitalista de relación con los objetos. No es, sin embargo, un fenómeno ajeno en el resto del mundo occidental, donde el régimen de socialización ha sufrido un revés sin precedentes con la caída de los ideales sociales que sostenían los vínculos sociales hace no tanto tiempo y su sustitución por el objeto de consumo.

Los hikikomori reflejados en el manga japonés son adolescentes que se aíslan voluntariamente

Soledad y aislamiento no son la misma cosa

La socialización en el ser humano no viene dada por defecto. Es necesario que se dé un proceso de renuncia a cierto autoerotismo con los objetos de satisfacción, el primero de los cuales es la madre. Hay que poder experimentar la separación, la falta de algo y una cierta soledad para poder acceder a la ganancia que supone un deseo de vivir y de vincularse a otros. Esta operación psíquica no viene «de fábrica» y nuestra sociedad actual la dificulta de manera muy acusada.

La soledad es una condición estructurante que no tiene nada de patológico, sino todo lo contrario. La hipótesis que manejamos es que el aislamiento en el que se sumen algunos adolescentes es el signo de una soledad «sana»que no ha sido construida. El aislamiento sería entonces la defensa contra un sentimiento de soledad que resulta insoportable porque no ha sido construido subjetivamente y se experimenta como una especie de abismo. La separación primaria no ha podido establecerse y por tanto la relación con el Otro puede llegar a ser muy amenazante y angustiosa.

El aislamiento adolescente tiene causas psicológicas

El psicoanálisis puede ayudar a tratar las causas del aislamiento adolescente

El aislamiento de un adolescente tiene una causa psicológica. El joven, capturado en un goce autista y sin deseo, es en un ser psíquicamente frágil que precisa ser ayudado para poder salir de su aislamiento. Ofrecer herramientas de comunicación, habilidades sociales etc. no apunta a la raíz del problema. Es importante saber qué función cumple el aislamiento para cada adolescente y ayudarlo a encontrar un tratamiento propio a esa soledad primordial que el aislamiento con sus objetos autísticos evita a toda costa.

Un psicoanalista tal vez puede convertirse, no en el coach que le empuja a comunicarse con otros, sino en un partenaire posible para encontrar el modo de hacer algo distinto con sus dificultades para vivir. Acoger a los adolescentes aislados implica acompañarlos a asumir que no son los únicos que están irremediablemente solos y encontrar un nuevo partenaire para tratar su soledad.

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