EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO DEL TRAUMA.

El trauma psicológico remite a un acontecimiento que produce una ruptura en la continuidad de la vida de una persona: hay un antes y un después del hecho traumático. Un acontecimiento adquiere el carácter de trauma cuando rasga el velo protector que toda persona precisa para defenderse de lo insoportable, dejándola en un estado de desamparo que reenvía al niño indefenso que todos hemos sido. El psicoanálisis trata los efectos del trauma apelando a la respuesta inconsciente de la persona ante el hecho traumático.

El trauma se caracteriza por dejar “sin palabras” a la persona que lo sufre, es algo que desborda los recursos de los que una persona dispone para enfrentarlo. Golpea el cuerpo produciendo un cortocircuito de la palabra, un Imposible de decir. Es el capítulo de mi historia al que estoy fijado sin poder decir nada, presente en el cuerpo, pero no en el dicho. Inasequible a la erosión del tiempo.

Algunas personas necesitan hablar de lo ocurrido, pero para otros es mas conveniente el silencio como defensa ante la crudeza de un hecho inasimilable y optan por esperar a que los años pongan un cierto velo protector. Ambas posiciones son legítimas y deben ser respetadas. Algunas veces lo traumático está claramente circunscrito a un acontecimiento que produjo una fractura subjetiva y trastornó la vida de la persona. En otras ocasiones la persona puede ignorar la causa de su sufrimiento, pero tener la idea de que el origen sería un traumatismo.

Qué es un trauma

Desde el punto de vista del psicoanálisis no hay acontecimientos traumáticos en sí mismos. Algunos eventos muy dolorosos pueden ser asumidos por unos y no así por otros, que van a necesitar ayuda para tramitarlos. Otras veces un pequeño acontecimiento aparentemente banal produce un seísmo en la vida de una persona. A veces hay una desproporción entre la causa y el efecto. Cuando algo hace trauma es siempre porque ha tocado en un punto íntimo de la subjetividad singular de la persona.

Lo específico del tratamiento psicoanalítico del trauma es dirigirse a la implicación de la persona en el trauma, porque la causa del sufrimiento no es tanto lo que ocurrió sino la forma en que ese hecho fue tomado por la persona, su respuesta al acontecimiento. Lo fundamental es la articulación entre la causa y el efecto.

El trauma agujerea el sentido en el que se sostiene la vida

Efectos del trauma.

Para Freud los signos de que ha habido traumatismo son la falta de palabras para decirlo y el surgimiento de una repetición extraña que lo lleva a volver a los lugares del trauma.

El manual estadístico DSM-IV clasifica los síntomas del llamado Trastorno de Estrés Postraumático en cuatro grupos:

  1. La repetición del acontecimiento traumático, bien en forma de sueños de angustia, de pensamientos obsesivos, rumiaciones y rituales más o menos absurdos, tics y movimientos incontrolables y/o estallidos de odio aparentemente inmotivados.
  2. Evitar lugares, actividades o personas que recuerden el hecho traumático.
  3. Pensamientos negativos acerca de uno mismo o de los otros, desesperanza acerca del futuro, Problemas de memoria, incluso no recordar aspectos importantes del hecho traumático, Dificultad en mantener relaciones cercanas, Sentirse distante de los familiares y amigos, Falta de interés en las actividades que antes te gustaban, insensibilidad emocional.
  4. También el estado de hipervigilancia y alerta permanente, el sobresaltarse fácilmente son típicos de este estado, así como la disociación, donde el sujeto olvida periodos enteros de su vida y parece estar fuera de si mismo ante las situaciones que le resultan abrumadoras. Fenómenos de despersonalización, incluso de dismorfofobia son comunes: la persona puede sentirse extraña a su cuerpo.

El problema es que desde la psiquiatría esto se toma prácticamente como un trastorno somático y a la persona solo le queda ocupar el lugar de víctima que se le ha sido asignado, cuando lo que realmente podría sacarlo de su sufrimiento es trabajar sobre la respuesta subjetiva que ha dado, de manera generalmente inconsciente, al hecho traumático. Este es el eje fundamental.

En la situación traumática  algo sucede en el cuerpo que produce una fijación. Este concepto es fundamental. El cuerpo experimenta una suerte de petrificación y lo que sigue es el retorno enigmático de lo que no pudo ser dicho, como una pesadilla de la que no se logra salir. Freud pudo situar este fenómeno extraño de la repetición pulsional, que no emana de la voluntad sino que está sujeta a otra lógica: la de la pulsión que apunta a una satisfacción paradójica que llega a dañar a la persona misma.

Uno de los efectos del trauma es la repetición

El tratamiento psicoanalítico del trauma

La respuesta que el psicoanálisis va a dar a esta situación va a ser distinta a los dispositivos de palabra habituales, porque desde el psicoanálisis podemos asegurar que no es posible saber de antemano qué efecto va a tener un acontecimiento. No en todas las personas afectadas el hecho va a percutir de la misma manera, como se observa en catástrofes que afectan a toda una población, abusos a varios hijos de una misma familia etc…El psicoanálisis trata los efectos del trauma apelando a la respuesta inconsciente de la persona ante el hecho traumático.

El psicoanálisis siempre apunta a que tras la víctima hay un sujeto habitado por una historia íntima que lo precede y condiciona su respuesta al acontecimiento. La escucha desde el psicoanálisis no está formateada por ninguna suposición previa sobre los efectos de un trauma. Encontramos a veces una tendencia de las víctimas a agruparse en colectivos según el tipo de trauma sufrido (abusos sexuales, atentados, accidentes…). El problema es que la puesta en común del traumatismo tiene sus límites: el sufrimiento no es colectivo y reenviar a la lógica del “nosotros” termina en un empuje superyoico: cada persona debe someterse a una versión idéntica del trauma sufrido, con el riesgo de condenar a la persona a una repetición eterna de lo mismo.

La situación traumática cortocircuita la palabra. A fuerza de buscar la palabra justa hay una cierta reparación, pero ¿que puede poner un punto final a la repetición del trauma? Hay que usar otra relación a la palabra diferente cuando se trata del trauma. El psicoanálisis está ahí para hacer resonar lo indecible del trauma de un modo diferente al de los discursos comunes.

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